Seguro que alguna vez te has planteado el por qué te resulta tan complicado eso de encontrar una pareja, si total, no soy tan bicho raro/a, ni pido tanto. Si no te explicas dónde tienes que ir a buscarla o qué es lo que hace que no encuentres pareja, bajo ningún concepto, lee lo siguiente. Estoy segura que, tras leer este artículo, comprenderás mejor muchas cosas.
Partimos de la base de que vivir en pareja no es obligatorio, ni un requisito esencial para ser feliz. Otra cosa es aquellos que realmente quieran compartir su vida con alguien. La sociedad nos ha llevado en algunas ocasiones, a ver el modelo perfecto de felicidad en una pareja, a lo mejor unos hijos, un trabajo seguro y estable. Y al llegar a una cierta edad, parece que estaría bien tener la vida asegurada y haber triunfado, pero eso no siempre es así.
Una vez que consigamos liberarnos de todos estos convencionalismos y que tengamos claro que nos guardaría encontrar ese compañero deseado, analicemos un poco porque es labor complicada esto de encajar con alguien compatible con nosotros.
Si conversamos con padres o abuelos, casi todos convendrán que a nuestra generación nos cuesta más encontrar pareja, que a ellos. Esto puedes ser en parte, porque lo que esperamos de nuestras relaciones de pareja ha cambiado muchísimo. Hemos pasado del amor romántico, casi para toda la vida a una situación actual en la que vivimos, donde estamos instalados en la inmediatez, lleno de comienzos y finales, sin profundizar nunca en nada. Todo lo queremos ya, en el momento oportuno y lo más rápido posible. Pues esto mismo nos ocurre con las relaciones.
Por otro lado, sufrimos un bombardeo constante de internet, de publicidad, de páginas webs, que nos enseñan personas ideales, que parecen al alcance de cada uno, que hace que la elección de las personas con las que nos cruzamos en la vida real, sea más complicada y nos convierte a la vez en meros productos. Todos queremos el amor verdadero, pero nos cuesta mucho dar un paso y mostrar de verdad nuestros sentimientos. Por eso cuando se pasa del mundo virtual al mundo real, hay demasiadas frustraciones.
En otro orden de cosas, de manera general, las personas ven las relaciones de pareja como un proyecto que iniciaron en su día, pero si ese proyecto se acaba, porque hay una parada en ese crecimiento conjunto, la mayoría de la gente lo ve como algo que han hecho mal y se muestran incapaces de mantener una nueva relación.
Existen esas personas que tienen mucha prisa por encontrar a su media naranja y los que, al llegar a cierta edad, se resignan a estar solos. Se reafirman en la idea de que a determinada edad los buenos/as están ya cogidos y no hay nada que hacer.
Otro aspecto a considerar es que no todo el mundo tiene claro su objetivo, no se comparte un mismo criterio a la hora de buscar una relación de pareja. Eso supone un gran trabajo y también frustración, porque tienes que ir descartando a la gente que vas conociendo. Y una cadena de fracasos te hace perder ilusión en tu objetivo. Por eso muchas personas vienen desengañas y piensan que es imposible que encuentren una pareja afín.
Un error bastante común al buscar pareja es partir de una necesidad y si estás instalado en la necesidad, entonces no puedes elegir. Crees que necesitas a la otra persona para ser feliz, y hay que ser feliz ya de partida, no dependiendo de la pareja. Esto es un error de prisma; ser feliz desde uno mismo, no por tu pareja.
Pero basta ya de ser negativo y veamos qué recomendaciones podemos daros para limar todas estas objeciones. En primer lugar, tratad de ser atractivos en sentido amplio. Cuando digo atractivo, quiero decir que seas una persona plena, que se cuida, que es detallista, que es educada, que le gusta la lectura, y que comparte lo que aprende, es decir, que se interesa por los demás y por cómo se sienten.
Suele suceder que muchas personas buscan una pareja para que les complete en lugar de para compartir la vida, una pareja que tenga inquietudes parecidas, y que las compartan juntas, que estén deseando quedar para hacer una excursión, o ver una película o hacer algún plan juntas. Pero las parejas se complementan cuando uno está lleno para compartir con el otro, no cuando la relación es sólo unidireccional, de uno hacia el otro. Esto no funcionará.
Afortunadamente existen empresas profesionales, agencias de matchmaking, que resultan algo cada vez más habitual en la sociedad, con los nuevos hábitos de vida, que resultan de gran ayuda en presentarnos esa selección de candidatos interesantes para nosotros y suelen afinar mucho, teniendo gran tasa de éxito. En cuanto a las personas que ven poco convencional o incluso frívolo, hacer una búsqueda activa de la futura pareja, les preguntaría si ellas pretenden encontrar trabajo sin hacer nada, simplemente estando en casa, esperando a que alguna empresa las llame, o ganar un juicio sin contratar a un abogado o firmar una escritura sin un notario presente….
En último lugar, aunque es cierto que a medida que pasan los años, las personas van teniendo una trayectoria vital y se vuelven muy exigentes, hasta el punto en que piensan que no les merece la pena convivir con nadie, porque están muy a gusto solos en casa, también es verdad que hay muchos modelos de relaciones. Y esto es igualmente válido. Nosotros somos los que decidimos el tipo de relación que queremos tener y todas son perfectamente válidas.