– Mantener una alimentación balanceada
Un pilar fundamental de la salud es la alimentación. En cuanto a la comida saludable hay un montón de teorías que circulan constantemente en revistas y publicaciones en internet. Más allá de las dietas que se ponen de moda meses antes del verano, los expertos coinciden en que un plato de comida balanceada debe dividirse de la siguiente forma: la mitad debe incluir vegetales, ¼ de alimento rico en proteínas, y ¼ de cereales, legumbres y féculas.
– Practicar actividades físicas
El ejercicio tiene efectos muy positivos en la vida de las personas y además ayuda en la prevención de enfermedades. La búsqueda del tipo de actividad física dependerá de cada persona, teniendo en cuenta la salud siempre.
– Mantener un descanso adecuado
Un estilo de vida saludable incluye un descanso apropiado. Es clave para reponer las energías que se necesitan para afrontar el día a día. Se recomienda responder a estas preguntas para saber si ha descansado lo suficiente: ¿cómo está su humor?, ¿por lo general duerme de 7 a 8 horas por día? ,¿tiene síntomas de ansiedad o depresión?
Dormir es sinónimo de salud y tiene un efecto positivo sobre el bienestar.
– Disfrutar del tiempo libre
La mejor forma de aprovechar el tiempo libre es reconociendo aquellas actividades que benefician a la salud física y mental. El grado de aprovechamiento dependerá de cada persona, de sus aspiraciones y de la conciencia que tenga sobre los beneficios que pueda aportarle.
– Tomar medidas para mejorar la salud mental
Tener buenos hábitos también permite estar saludables a nivel mental y emocional. Las personas que tienen buenos hábitos por lo general se ocupan de su desarrollo personal y profesional, trabajando cada día para que su vida sea lo más parecido a lo que anhelan.
Con cambios simples en el comportamiento y hábitos diarios se pueden tener grandes ganancias en la salud , en las relaciones y longevidad.